Un masaje, una excelente manera de cuidar a tu pareja y demostrarle tu amor. Un momento íntimo y tierno entre dos personas. Aquí van algunos consejos:



1. Crea un ambiente agradable 
El objetivo de un masaje es relajar, por eso es crucial el lugar donde se realizará el masaje. Elige una habitación aislada del ruido y con una temperatura agradable. Será necesario crear un ambiente íntimo y tranquilo.
La luz es muy importante: utiliza velas para crear un ambiente tenue. Evita las luces frías.
También puedes perfumar la habitación con perfume, incienso o una vela.
Pon una toalla si no quieres correr el riesgo de manchar la cama o el sofá con aceites de masaje.
Consejo: caliéntalo en tu secadora, secador de toallas o secador de pelo. No te olvides de la música, no pongas lo que te gusta sino según los gustos de tu pareja.


2. Prepárate para después ¡Piensa en todo primero! Condones, lubricantes, accesorios de juego... Prepara todo lo que puedas necesitar antes de empezar. ¡Sería una pena parar cuando la cosa se pone seria porque te falta algo!

3. Elige un aceite, crema o vela de masaje ¡Recomendamos aceite de masaje! Un imprescindible para que tus manos se deslicen delicadamente sobre tu piel. Pero también puedes utilizar una vela de masaje especial. Tendrá la ventaja de perfumar la habitación. Manéjala con cuidado, nunca viertas la cera derretida directamente sobre el cuerpo de tu pareja, ¡o tu velada terminará ahí!

4. ¿Cómo hacerlo? Lo más cómodo para tu pareja es tumbarse boca abajo. ¿Quién no disfruta de los masajes en hombros, espalda, glúteos, piernas y pies? En primer lugar, debes comenzar calentándote las manos. Y sí, es mucho más agradable si no tienes las manos frías. ¡No dudes en utilizar toda tu mano, no sólo las puntas de tus dedos! Si tu pareja necesita más sensación, tus codos serán buenos aliados.

Comienza por la parte superior del cuerpo, tómate el tiempo para relajar el trapecio y los omóplatos, antes de masajear las piernas y los pies. Realiza movimientos uniformes y lentos. Puedes hacer repeticiones de 3 en cada zona, alternando la presión: una vez muy ligeramente, un poco más de presión y luego más fuerte. Procura estar siempre en contacto con la piel, aunque sean simples caricias mientras rellenas el aceite. Todo esto fue el trabajo preparatorio, ahora toca ponerse serios. Sube suavemente una pierna hasta las partes íntimas, y deja que tu imaginación y tus deseos te guíen para el resto.

Mantente atento a tu pareja. Si tienes dudas, siempre puedes preguntarle sus preferencias y pedirle que te oriente.

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